martes, 20 de julio de 2010

Comienzos

Despertarse por la mañana. Llorar. Desayunar. Llorar. Vestirse para ir al colegio. Llorar. Ir a la escuela. Aguantar las ganas de llorar. Volver a casa del colegio. Llorar. Estudiar. Cenar. Llorar. Acostarse. Intentar dejar de llorar para poder dormir. Dormir. Pasa un día, otro, otro, todos iguales. Las lágrimas se están acabando… ya mismo no vas a poder hacerlo más.
La tristeza no es para ti un estado de ánimo, es tu forma de ser. Se te ha olvidado sonreír. Esa idea te sobre vuela las ideas… no quieres hacerlo, pero no puedes evitar pensar en ello. Cortarse los cables no es una salida. ¡Busca una solución! ¡No te quedes parado! ¡Llorar no te va a servir de nada! Pones música. Música triste. Te acuerdas de eso. Este tema. Eso que hace que no puedas parar de llorar. Piensas:
La gente es cruel. Yo no soy como la gente. Quizás si fuese como la gente, ganaría respeto, aunque no ganaría lo que ansío. Idea: aparentar ser como los demás hasta ganar la confianza de alguien y mostrarle como de verdad soy. No sé si será posible. Mi cerebro es fuerte, pero no sé si mi corazón lo es. ¿Qué más da? ¿Qué puedo perder? Nada, porque no tengo nada.

Te conviertes en una máquina de los disfraces. Te aparecen 20.000 caras, una para cada ocasión. Ya no sabes cuál es la original. Mientes. Mientes más. Cambias. No te reconoces. Te vuelves complicado, difícil de comprender. Comienzas a hablar con gente. Empiezas a caer bien, pero te sientes mal. No eres tú, ese que hace colegas con más o menos complicación no eres tú, sino una imagen muy distorsionada de ti. Eso piensas, pero en realidad, ya no sabes ni quién eres.
Pasa el tiempo. Has cambiado de una forma espectacular. No sabes cómo ha podido ocurrir. Ya no sabes quién eres, pero tienes amigos. Decides volver a tu origen, a ser quien eras, ese tipo simple. Empiezas a leer a la gente, a verla por dentro. La hipocresía, la falsedad, el egocentrismo, son características que vas observando en la gente. No te gusta. Encuentras a alguien a quien no puedes leer intrínsecamente. No tiene fondo. Es como es. Te gusta esa forma de ser. ¿Porque el siendo así tiene todo, y tú cuando eras así no tenias nada? Algo debe ir mal. Empiezas a conocerlo, a ser su amigo, a quererlo. De pronto te empiezas a emparanoiar. No sabes lo que pasa. Todo te empieza a oler mal. No sabes lo que pasa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario