domingo, 14 de noviembre de 2010

C R Y

Todos lloramos la pérdida de un ser querido. Todos vamos al cementerio de luto. Todos ponemos flores el día de todos los santos. Todos sentimos un bajón considerable cuando un familiar, un amigo, o, en definitiva, un ser querido nos deja para siempre. Hay gente a la que la pena le dura solo unos días. Otros, sin embargo, tardan en cicatrizar, mucho tiempo, sin darse cuenta de que el tiempo es oro, y que igual que sus seres queridos se han ido, algún día ellos tambien se irán. Hay siempre un tiempo para el disgusto, pero ese tiempo no debe exederse. Siempre es bueno acordarse de esas personas especiales que marcharon, pero la vida de uno es muy importante. No es para nada egoísta esta afirmación, es solo un poco de "amor propio". Llorar la marcha de alguien tanto tiempo es una perdida del tiempo propio, una perdida de ese tiempo que a todos nos gusta usar saliendo saliendo a tomar café, al cine, o solamente quedando en casa viendo la tele tumbados en el sofa, leyendo un libro o conectados a internet.

Esta entrada está dedicada a toda esa gente que ha perdido a alguien, a todas esas personas que han llorado en la puerta de una iglesia, a toda esa gente que ha pasado una noche en un tanatorio. Es dedicado a todas esas personas porque ya es momento de mirar hacia delante y empezar a andar, porque ya han llorado bastante, porque siempre hay gente decidida a darles un abrazo en esos momentos, porque siempre podrán contar con más gente que los quiere, porque siempre van a poder recordar a esas personas, y habrá personas que las recuerden por lo bueno, porque siempre van a poder decir: yo conocí a fulanito de tal. Y, a todos los que lo necesiten, yo mismo estaré siempre dispuesto a dar un abrazo, un rato de charla o lo que sea, siempre que todo sea siempre por el bien de uno mismo.

Y no lloreis más, que ya lo habeis hecho bastante.

Esta es una canción que me ayudó muchísimo cuando perdí a mi abuelo hace ya dos años. Quizás no os gusta los cantantes, pero, si de verdad necesitais desaogaros, pensar en alguien perdido o algo, escuchadla, porque la letra hace que todo lo de vuestro alrededor desaparezca, y solo esa persona esté junto a vosotros.

martes, 9 de noviembre de 2010

MÚSICA

La música es el arte de organizar sensible y lógicamente una combinación coherente de sonidos y silencios utilizando los principios fundamentales de la melodía, la armonía y el ritmo, mediante la intervención de complejos procesos psico-anímicos. Hay mucha gente que no sabe apreciar la gratificación que supone escuchar una canción determinada en el momento determinado. Es como si tienes frío y te pones una chaqueta, se va el frio; pues en este caso, mientras unos usan una canción determinada, otros prefieren poner una cualquiera, y a ver que pasa.

La música, a parte de ayudarnos con nuestro estado de ánimo, también nos sirve para enmarcar momentos. De esta manera, en el futuro, cuando escuches cierta canción, podrás relacionarla directamente con el momento vivido. Es asociación. Además, suele ocurrir que se solapen los dos usos que he descrito. Puede que en un momento estés muy triste y necesites escuchar una canción. Si aciertas con tu elección, en un futuro esa misma te servirá para momentos similares.



Personalmente, me encanta eso de asociar música con estados de animo. Estar en la cama, llorando, a la misma vez que escucho (por ejemplo) "All we are" de One republic me ayuda, y mucho. Un sabado por la noche, que estoy un poco desganado para salir, escuchar una canción del DJ David Guetta, o similares hace que mi ánimo se crezca y que aparezcan esas ganas para salir y pasarlo bien. Además, si me preguntas por cualquier momento de mi vida, rápidamente te puedo decir una canción que me marcó aquel momento. Por ejemplo, las peleas con mis amigos, y en especial uno, siempre me recuerdan a la canción de El Canto Del Loco "Un millón de cicatrices". Mi viaje a Valencia con mi clase, en 4º de la ESO tiene también una canción asociada, y es "Toda la noche" del grupo "La factoría".

Además de todo esto, siempre hay una canción que está ahí con más fuerza que el resto. Aunque con el tiempo esa canción te empache y decidas dejarla de lado un tiempo, siempre vas a recordar que esa canción era especial en un momento. En este momento no puedo dejar de escuchar "Love the way you lie part 2" de Rihanna con eminem, y como siempre digo, esta no es una canción de las que empachan. Esperemos que así lo sea.