viernes, 23 de marzo de 2012

Respekt

La Semana Santa se acerca, y amén de entrar en pundonor de cada pueblo de uno, me declaro fan incondicional de esta celebración. Y, es que, pese a no ser para nada religioso, esta tradición ha estado siempre muy arraigada en mi familia, y el amor por esta semana de celebración es algo innato. Desde el más joven hasta el más mayor, todos celebramos con ahínco estos días.
Y, hablando del tema de las celebraciones, un tema bastante importante me ronda la mente. Los tiempos han cambiado, pero, ¿acaso es eso suficiente motivo como para que celebraciones que llevan tantísimos años entre nosotros desaparezcan? Para mí, la respuesta es simple: no. El de la Semana Santa es un ejemplo bien claro de todo esto. Conozco a muchas personas que dedican esa semana a actividades de ocio que para nada tienen que ver con lo que se supone que representa esa semana. Lo respeto. Lo respeto pero no lo comparto. Claro está, si su familia han educado a esas personas con otras tradiciones, no voy a ser yo quien vaya a intentar cambiarlas. Eso es así. Este caso lo podemos extrapolar a otro caso como es el del toreo. De esta parte a unos años atrás, ha surgido el movimiento antitaurino. Personalmente, estoy en contra del maltrato animal, pero, y aunque parezca contradictorio, a favor del toreo. Es una de las tradiciones más antiguas de este país, y no vería con buenos ojos la abolición de esta festividad que, además, supone grandes ingresos en la economía turística de España.
El respeto debe de ser la base de todas las ciencias del mundo, de todos los comportamientos. Lo primero que se debería enseñar en los colegios es el respeto. Así, en el futuro, en los institutos no pasarían cosas como las que últimamente se están empezando a ver: robos, palizas, violaciones... El respeto debe ser la base. Esa base que nos diga que, aunque no nos guste el toreo, debemos respetarlo. Esa base que nos diga que, aunque no nos guste la Semana Santa, debemos de aceptar que a los demás les guste y quieran celebrarla. Con el respeto se llega más lejos que con la ignorancia.