lunes, 25 de octubre de 2010

Huellla


Hace dos semanas me tatué una huella de un pie en el brazo izquierdo. Todo el mundo se ha dedicado a preguntarme la razón de esto. Una huella: un símbolo, el paso del tiempo, la no vuelta atrás, alejarse de un principio, y acercarse a un final. Es la huella de toda esa gente que ha pasado por mi vida, toda esa gente que me ha enseñado algo, toda esa gente que me ha querido. Pero tambiene s la huella de quienes me han hecho daño, de quienes me han jodido, de quienes me demuestran que la vida es un camino lleno de obstaculos. Gente que aunque no halla conocido, ya dejaron huella en mi corazon.
Personas como esa que me jodió la vida siendo solo un niño, esa que me excluyó del mundo, esa que tanto daño me hizo. Personas como tú, que luego me lo diste todo, y volviste a quitarmelo, aunque ahora yo esté intentando volver a recuperarte. Personas como ese que siempre me ha tratado como a alguien normal, y que yo dejé de lado, temporalmente. Personas como ese que siempre voy a tener, que siempre va a estar conmigo. Personas como mis padres, abuelos, familia. Personas como todas las que me quedan por conocer, y todas las que ya conozco. Personas que quiero, personas que algun día querre. Personas que me quieren, personas que me quisieron, personas que me querrán.
Huellas, símbolos. ¿Ahora entendeis porqué me tatué una?

jueves, 14 de octubre de 2010

A S O C I A L


Cuando naces asocial, vives asocial y mueres siendo un asocial. Desgraciadamente para mí, yo nací así. No es para nada facil vivir luchando contigo mismo para intentar cuadrar dentro de la sociedad. La gente te dice "esque tu eres diferente". Todos y digo TODOS somos diferentes, porque, en realidad, ¿que quiere decir exactamente ser normal? No hay dos personas en el mundo completamente iguales en todo, ni siendo gemel@s.
Como norma general, los seres asociales buscan encajar, y lo intentan de mil formas distintas: cambiando su forma de ser, mostrandose como no son... En definitiva, se convierten en eso que no son, y luego se sienten mal consigo mismos, se sienten como si no fueran ellos, se sienten hipócritas. Al principio, todos los seres asociales lo intentan. Algunos lo consiguen, otros no, y otros, simplemente, se dan cuenta de que eso de intentar encajar no va con ellos, y se limitan a ser ellos mismos, tristes victimas de su asociabilidad.
Lo peor es cuando uno de estos seres consiguen, de modo fortuito, entrar en una comunidad social, en un grupo, en una "pandilla". Al principio se sienten perdido, solo, porque quien lo ha introducido en el grupo pasa de ocuparse de él. Luego va entrando poco a poco en las relaciones interpersonales que hay en el grupo. Empieza a sentirse parte de él. Lo peor es cuando ya está totalmente adaptado. Hay unas pocas veces en las que no pasa nada, que al final se queda en el grupo felizmente, pero la mayor parte de las veces no lo es. Casi nunca sucede esto, sino que alguien del grupo se da cuenta de que él no debe estar en la pandilla y se encarga de echarlo, de hacer que desaparezca. Al pasar esto, él ser asocial, fuerte mentalmente por naturaleza, se levanta, porque siempre lo hace, y empieza a caminar otra vez hacia delante, a ser él mismo. A mí, por suerte, no fue alguien normal de la pandilla el que me echó de ella, sino que fue el mismo que me hizo entrar en el grupo, que además se habia convertido en "mi mejor amigo". ¿Como se me ocurre pensar que alguien normal quiere hacerse amigo de alguien como yo? Estoy loco. Pero mi locura es buena.
Hay un síndrome, muy interesante, que mi madre pensaba que yo tenía. Pero no, yo solo soy un ser asocial. El síndrome del que os hablo se trata del de Asperger. Aquí os voy a poner un poco de que va, porque lo encuentro interesante. Menos mal que no lo tengo... porque se supone que es peor que ser un se asocial, y para mí serlo ya es bastante.

El síndrome de Asperger es un trastorno severo del desarrollo, que conlleva una alteración neurobiológicamente determinada en el procesamiento de la información. (Conclusiones II Congreso Internacional Sevilla 2009) La persona que lo presenta tiene un aspecto e inteligencia normal o incluso superior a la media, presenta un estilo cognitivo particular y frecuentemente, habilidades especiales en áreas restringidas.

Se manifiesta de diferente forma en cada individuo, pero todos tienen en común las dificultades para la interacción social, especialmente con personas de su misma edad, alteraciones de los patrones de comunicación no-verbal, intereses restringidos, inflexibilidad cognitiva y comportamental, dificultades para la abstracción de conceptos, coherencia central débil en beneficio del procesamiento de los detalles, interpretación literal del lenguaje, dificultades en las funciones ejecutivas y de planificación, interpretación nula de los sentimientos y emociones ajenos y propios.

Supone una discapacidad para comprender el mundo de lo social que se manifiesta al nivel de comportamientos sociales inadecuados, proporcionándoles a ellos y sus familiares problemas en todos los ámbitos. Los déficits sociales están presentes en los aspectos del lenguaje, las dificultades en el ritmo de la conversación y es frecuente la alteración de la prosodia (entonación, volumen, timbre de voz, etc.). Asimismo suelen estarlo los patrones de contacto ocular, gestual, etc. En la mayoría de los casos dificultades en la coordinación motora.

Es un trastorno muy frecuente (de 3 a 7 por cada 1.000 nacidos vivos) que parece tener mayor incidencia en niños que niñas. Recientemente reconocido por la comunidad científica, como entidad diferenciada del autismo, es todavía poco conocido entre la población general e incluso por muchos profesionales.

Las personas neurotípicas (esto es, sin el síndrome de Asperger) poseen un sofisticado sentido de reconocimiento de los estados emocionales ajenos (empatía). La mayoría de las personas son capaces de asociar información acerca de los estados cognitivos y emocionales de otras personas basándose en pistas otorgadas por el entorno y el lenguaje corporal de la otra persona. Las personas con síndrome de Asperger (SA) no poseen esta habilidad, no son empáticas; se puede decir que tienen una especie de "ceguera emocional". Para las personas más severamente afectadas puede resultar imposible incluso reconocer el significado de una sonrisa o, en el peor de los casos, simplemente no ver en cualquier otro gesto facial, corporal o cualquier otro matiz de comunicación indirecta. Del mismo modo, el control voluntario de la mímica facial puede estar comprometido. Es frecuente que las sonrisas "voluntarias" en las fotografías familiares sean una colección de muecas sin gracia. Por el contrario, las sonrisas espontáneas suelen ser normales. Las personas con SA en general son incapaces de "leer entre líneas", es decir, se les escapan las implicaciones ocultas en lo que una persona le dice de forma directa y verbal.

Es importante notar, sin embargo, que debido a que es un trastorno con severidad variable, algunos pacientes se aproximan a un nivel de normalidad en sus habilidades de comprensión e interpretación de las señales no verbales. Encuentran particularmente abrumador el contacto ocular y por lo tanto con frecuencia lo evitan. Esta falta de contacto ocular puede llevar a mayores dificultades para interpretar emociones ajenas o en la forma como lo interpretan los demás.

Comúnmente se ha considerado que las personas afectadas por síntomas autísticos suelen ser superdotadas y, como sucede en el síndrome de Asperger, lo que ocurre es que el cerebro afectado se concentra intensamente en temas específicos, lo cual puede ser interpretado como una cualidad especial. Esta impresión acerca de la capacidad intelectual ha sido probada en estudios epidemiológicos recientes que demuestran que los individuos con síndrome de Asperger tienen una capacidad intelectual igual o superior a la media.

Un paciente afectado por el síndrome de Asperger puede, por ejemplo, encontrarse obsesionado por la astronomía, por los dinosaurios, otro con la construcción de maquetas, etc. Intereses particularmente comunes entre pacientes son los medios de transporte (por ejemplo los trenes o aviones) y los ordenadores, tal vez debido a los aspectos de la física, lógica y causa-efecto que comparten estos ámbitos, los cuales no requieren de una interacción social (recuérdese que carecen de empatía, se hallan menos dotados en el ámbito social). Por ello Hans Asperger llamó a sus jóvenes pacientes "pequeños profesores", debido a que pacientes de tan solo trece años de edad conocían su área de interés con la profesionalidad de un profesor universitario.

En términos generales son atraídos por cosas ordenadas. Cuando estos intereses coinciden con una tarea útil desde el ámbito material o social, el individuo con Asperger puede lograr una vida ampliamente productiva. En la carrera por dominar su interés, los individuos con Asperger a menudo manifiestan un razonamiento extremadamente refinado, una gran concentración, una actitud perfeccionista y una memoria casi perfecta.

Estas circunstancias conllevan numerosos problemas durante la infancia y la vida adulta. Cuando una maestra pregunta a un niño con Asperger que ha olvidado su trabajo escolar "¿Qué pasa, tu perro se comió tu tarea?", el niño con Asperger permanecerá silencioso tratando de decidir si debe explicar a su maestra que él no tiene perro y que además los perros no comen papel. Esto es, el niño no comprende el sentido figurado de la pregunta o no puede inferir lo que la maestra quiere decir a partir de su tono de voz, postura o expresión facial. Ante tanta perplejidad, el niño podría responder con una frase totalmente sin relación a lo que se está hablando (como por ejemplo, "¿Sabe que mi padre se ha comprado un ordenador nuevo?"). Ante esto, y la falta de detección del SA, desgraciadamente la maestra podría concluir que el niño es arrogante, insubordinado o “raro”.

Del mismo modo, el síndrome de Asperger puede también causar problemas en la interacción social normal con los padres, ya que los niños no responden a los patrones típicos de socialización. Las dificultades para interpretar las sutiles pistas de la comunicación no verbal pueden llevar al paciente a conflictos frecuentes e incluso a ser ignorado en sus necesidades básicas. El niño o adolescente con Asperger con frecuencia se siente confundido porque no es capaz de comprender en qué se equivoca o por qué razón es rechazado por los demás. El resultado suele derivar en problemas de ansiedad, depresión, conductas obsesivas y agravamiento de conductas inapropiadas con el consecuente aislamiento social.

Los afectados en edad pre y adolescente suelen ser víctimas de marginación y acoso escolar por sus compañeros de estudios por lo que esta circunstancia dificulta su integración social futura y su avance en las escuelas.


lunes, 4 de octubre de 2010

Correspondencias


Siempre me ha gustado pensar que cuando un sentimiento es verdadero, siempre es correspondido. Claro que esto trae una serie de contradicciones. Ahora pienso que lo que yo sentía por ti no era verdadero, porque tú no me correspondías. A tu lado, pocas han sido las veces que me he sentido querido. Por mucho que hayas hecho por mí, siempre hacías algo para que me olvidara de todo, para que todo fuese como hasta entonces. Eternamente desaparecido…sin importar las veces que hiciera por verte. Nunca aparecías. Nunca lograbas hacer que las lágrimas que siempre necesito soltar salieran, nunca conseguiste desahogarme, por mucho que yo quisiera. Para mí lo eras todo, y yo para ti no era nada. ¿Entiendes ahora como me siento? Para mí siempre fuiste lo primero, antes incluso que el amor. Y yo para ti no era ni como el resto de tus amigos, era mucho menos. Ver como tratabas a gente a la que no importas y que no te importa mucho mejor que a mí me hacía pensar si realmente yo tenía razón, o todo lo que yo sentía era una pura paranoia creada en mi cerebro. La verdad, me a veces me gustaría pensar que sí, que todo era una invención mía, que mi enajenación mental hizo que yo pensara que para ti yo era algo, que era un amigo. Es verdad que con el tiempo hice que pareciera que te importaba, pero siempre volvías con un nuevo palo, siempre hacías que mis problemas fueran mayores. Porque aunque tú no lo sepas, siempre he querido que tú fueras para mí esa persona que dicen todos, ese “amigo”: persona especial para ti por algo, a la que puedes contarle todo, porque confías en él, te sientes bien a su lado y le quieres como un hermano. Pero claro, tú nunca te has dado cuenta de eso, nunca me has preguntado por mis problemas.

Todo esto hace que yo piense que esa proposición que al principio expuse sea falsa, aunque lo más probable es que no lo sea, y que todo lo que yo sentía eran ganas de sentir lo que sentía por ti, todo era falso, era cosa mía solo. Y lo peor de todo es que te he hecho perder mucho tiempo con alguien que jamás te importará. Seguiré luchando para que estas heridas imaginarias, pero que siento como si fuesen reales, cicatricen poco a poco, y algún día, poder empezar de cero.