martes, 30 de agosto de 2011

2.0

Hoy día nadie dura de la digitalización de las tareas cotidianas. Es un hecho. Actualmente todo pasa por un ordenador, por Internet. Hasta las relaciones personales. Está claro que Internet tiene muchas cualidades positivas en este aspecto, pero la más importante es el hecho de poder ser quien quieras ser. Yo en Internet puedo ser tan guapo como Hugh Jackman, solamente con poner un avatar con su foto, o tan bueno escribiendo poesía como Pablo Neruda, buscando y copiando sus rimas. En Internet la gente puede ocultar sus defectos y hacerse de nuevo, como si se tratara de un Sim al que puedes manejar, al que puedes hacer como tú quieras. En Internet puedes ser la persona más extrovertida del mundo, aunque luego te de miedo hasta hablar con tus compañeros de trabajo/estudios. Pero, ¿esto es una ventaja o un inconveniente?

Hay y habrá personas que piensen que son los únicos que mienten en la red. Pensaran: "jajaja, que listo que soy, ahora me pongo la foto de un famoso guapo y se creerán las niñas que soy él de verdad. Ligaré un montón". Claro está que lo que hacen esto no son tan listos como creen, ya que la mayor parte de los usuarios de las redes sociales actualmente mienten en cada 4 de 3 facts que dicen. Todos piensan ser el listo de turno, pero luego se dan la hostia.
El verdadero problema llega cuando la interacción se vuelve terrenal, es decir, en la dimensión carnal. Alguno de los interactuantes decide verse las caras con su interlocutor. El interlocutor, ante la cantidad tan desmesurada de mentiras que ha soltado, se muestra bastante reticente, pero al final acepta. Total, que quedan los dos, y cuando llegan al lugar de la cita, ninguno se reconoce. Nerviosismo. "¿Que pensará de mi?" Miles de cosas pasan por sus mentes. Y al final, nada. Los dos se han mentido, ninguno ha entrado en las espectativas del otro. La relación se rompe, y el usuario 2.0 no ha aprendido nada, pues su perfil social en red va a seguir igual, va a ser el mismo.
Pero esto no siempre se lleva al mundo de las relaciones amorosas. También se puede hacer en la amistad. Tú, por Internet puedes ser el mejor amigo del mundo, la mejor persona, la persona más abierta y más 'guay' del mundo, y tu interlocutor resulta ser la mejor persona que has conocido en tu vida, el mejor amigo que podrás tener jamás, tu alma gemela. Y luego, viene el tortazo. Al igual que antes, se queda, y después de varias interacciones, pues en este caso en la primera no sucede, la relación se rompe. Y no se rompe por el hecho de la mentira online, aunque podría, sino por la incompatibilidad, por ser diferentes. Por ser distintos a lo que han vendido.
Esta claro que en el mundo actual la mentira es el deporte por excelencia, y el ego lo más importante. Ser yo el mejor y lo más importante es lo que hay, y lo demás me da igual. Pero ese ya es otro tema, que también se puede trasladar a la red. Gente tan egocéntrica que agrega a todo el mundo, gente que va por ahí de popular 100%, y que luego se rebaja a la primera de cambio. Los contactos en red no son pokemons, no hace falta hacerse con todos. Hay quienes piensan que sí, que tener a todo el mundo agregado serán mejores, aunque su vida no valga ni dos centavos. Chaval/a, que pareces las páginas amarillas con tanta gente. Fijo que no conoces ni al 10% de todos esos 'amigos' tuyos. Eso es obvio, si no has salido de tu pueblo en la vida, ¿cuando has conocido gente de Tarragona, Gerona, Lugo, Huelva, e, incluso, Helsinki? La respuesta es simple: "nunca".
La vida actual, se resume en 140 caracteres, no más. El 2.0 es lo que reina, y esperad, que el 3.0 ya está cerca...

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