domingo, 10 de abril de 2011

EAGLE

Ayer, estudiando para un examen de comunicación, decidí ir al cine para despejarme. Lo primero fue elegir la película: había oido buenas cosas de "EL IMPERIO DEL AGUILA", y decidí ver esa. Lo segundo, entrar en la sala. Todo bien, hasta que me dí cuenta de algo: mi asiento estaba entre dos parejas, que no conocía y que seguramente se tirarían toda la pelicula achuchandose. Me dispuse a ponerme justo una fila por delante, en el mismo sitio. A esto que llegaron unos frikis, de casi 2 metros de altura cada uno, y sin llegar a los 60 kg ninguno de ellos. Se ve que les habia quitado el sitio, y estaban murmurando a mi lado, a la vez que me miraban raro. En una de esas, les eché una mirada asesina y se fueron al instante. Se sentaron en la otra punta del cine. Me hizo sentirme un "malote". Pero eso no es lo importante: la pelicula iba a empezar.

Lo que a priori podía parecer una simple película de romanos, se convirtió en una lección de lealtad, amistad, e inteligencia. Me sorprendió ver esos valores en una pelicula inspirada en el imperio Romano. Muy conseguido, eso sí. La nobleza del protagonista durante toda la película hace que su compañero de viaje pase de ser un exclavo, a su mejor amigo. Dos personas, dos mundos, dos puntos de vista, dos objetivos, dos caminos que se cruzan. El protagonista decide confiar en su exclavo, dando así una lección de nobleza, y este le devuelve la papeleta, traicionando sus raices por el objetivo de su hasta ahora dueño, ahora amigo. El argumento se centra en esto, nada de amores, solo un par de mujeres aparecen en toda la película. Es dificil, en estos tiempos, ver películas de este tipo: no dedicadas al amor. Me sorprendió claramente ver como no había una mujer entre los protagonistas, y creo que eso hizo que mi primera impresión del cartel fuera que la pelicula iba sobre dos hombres enfrentados, nada más lejos de la realidad.
Me gustan muchisimo los valores de esta película, más de lo que pueda expresar con palabras. Muestran un vínculo que tarda en hacerse pero que si está bien hecho, dura toda la vida. El vinculo de la amistad. Claramente, como la mayor parte de los espectadores, yo tambien pensaba que al final encontraría a su padre. Grave error. Encontró el símbolo que estaba buscando, y además un fiel seguidor para el resto de su vida. Limpió su nombre, y embellezó de manera improvisada la de su acompañante.
Un buen film, que demuestra que en la fábrica del cine tambien hay sitio para los que no creen en el amor, sino en la amistad. Un saludo.

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