domingo, 18 de septiembre de 2011

Un verano para Recordar....

Quizás suene a tópico, pero este verano ha sido el mejor de mi vida. Viajes, playa, fiestas, sorpresas, pero con lo que me quedo es con las personas. Esas personas con las que he convivido casi todo el verano, esas personas con las que he dormido, he bebido, he bailado, he charlado, he reído, sobre todo eso, haber reído. Verano de despedidas, pues ya os separáis, algunos no mucho, y ya no va a ser igual, además de ERASMUS y otros temas.
Hace dos años, en mi año de despedidas, disfruté muchísimo, pero esto ha sido diferente. Brutal. Espectacular. Increíble. Distinto. Intenso. Loco. Enfermo. Agotador. Fuerte. Único. Irrepetible. Inigualable. Caótico. Unificador. Miles de adjetivos más. Quizás se podría resumir en una sola palabra, pero no sé cuál podría ser esa. Momentos buenos, momentos malos, pero sobre todo, momentos irrepetibles. Personas con las que nos hemos unido mucho más, personas que hemos quitado del medio definitivamente. Quizás algunas perdidas sean algo dolorosas, pero como dice cierto dicho: “si una persona deja de estar en tu presente quizás sea porque no merece estar en tu futuro”.
Momentos malos, los menos. Alguna pelea, rápidamente arreglada. Poco más. Esa pequeña pelea, no una pelea cualquiera, sino una pelea de fuerza. Una pelea de cabezonería, una pelea para demostrar lo que cada persona quería de la otra. Una pelea con un fin, un vinculo fuerte y duradero. Y ya está. Ningún mal momento más.
Viaje a Torre del mar. Playa. Feria de Luque. Más playa. Peroles. Cenas. Botellones. Festivales. Miles y miles de minutos mágicos. Montones de fotografías. Recuerdos para todos. Esa persona, la que está rayada por perder a sus amigos, tal como me pasó a mí hace unos años, puede estar contenta, pues tiene recuerdos para cada uno de los malos ratos que pase al inicio de su nueva vida.
¿Nombres propios? muy pocos, quizás 4 o 5. La persona de la pelea, la que tiene miedo a perder todo lo que tiene, la que se siente abandonada y sola en sus últimos días, el que busca llamar la atención ante todo, el que no tiene personalidad, la que se fue de Erasmus y no pude despedirme, el que llevaba todo el verano queriendo ver pero hasta el sábado no pude, la que conocí en la playa con las medusas y luego resultó ser muy importante… Tantas cosas, tantos momentos vividos… que si tuviera que elegir uno, quizás no podría.
Y lo único que quiero con esto es dar las gracias a esas personas. A ese que se ha convertido en mi confidente, al que se lo cuento todo, al que le debo muchísimo este verano. A esa que, loca perdida, decidió quedarse dos días más en la playa, y que ha compartido tanto conmigo este tiempo. A esa que, conocí casi de casualidad, y que en dos días se ganó un sitio entre los grandes. Más y más personas, que han conseguido que este verano sea prácticamente inigualable. Esas personas que de ahora en adelante formarán parte del álbum llamado: “El mejor verano de la historia”. Todos: Gracias, me habéis hecho muy feliz estos 3 meses.
Quizás el año que viene estas personas pierdan importancia. Espero que no. Sé que puedo contar con ellos, y ellos saben que pueden contar conmigo para lo que sea. Para lo bueno, para lo malo, ahí estaré yo. Os quiero muchísimo y espero que el año que viene se repita. =)

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