domingo, 20 de marzo de 2011

Recuerdos


Son las 20:31 del día 20 de marzo del año 2011. Málaga. Llevo mucho tiempo sin escribir. No importa. Nadie lee esto. Hoy escribo por asuntos acaecidos recientemente. Llevo unos días un poco bajo de defensas emocionales. El viernes noche supuso un punto y aparte. Hubo un momento que me despertó. Ese momento.
No se cuanto duró. Quizás solo 4 minutos. 4 minutos que me sirvieron para mucho. Normalmente soy una persona que vive del pasado, de los recuerdos. Me gusta recordar momentos mejores. Siempre hay sitio para uno. Esos 4 minutos hicieron que me diera cuenta de algo: el pasado esta muy bien, pero hay muchos buenos momentos que tienen que llegar. Tirar una buena relación por algo pasado, por muy grave que haya sido no tiene escusa. No hay que tirar a la basura "x" años, meses, e incluso días.
Llorar no sirve para nada, pero a veces, ayuda. Sin duda, la mejor medicina, es hablar con esa persona. Esa persona que te ha hecho sentir tan bien, y que también te ha hecho sentir tan mal. Esa persona puede hacer que una noche medio buena sea una pedazo de noche.
Y lo mejor de todo es que esa pequeña conversación hace que todo lo de tu alrededor se pare, que todo sea mejor, que esa sonrisa tímida vuelva a aparecer. Esa pesadumbrez desaparece por un momento, te sientes como levitando. No quieres que se acabe ese ratito. Y vuelven los recuerdos. Aquel primer día en la piscina, aquel a la salida de catequesis, aquella primera y larga conversación, aquel primer abrazo. ¿Y que hay de esos malos momentos? No aparecen, solo los buenos.
Y pasa que me pongo peor, porque se que no va a ser fácil que se repita un momento así, por mucho que lo intente. Incompatibilidad de horarios, de sitios y de compañias. Y lo siento mucho porque sufro al intentarlo sin éxito, porque esas conversaciones me mantienen con vida, porque las necesito. Y tampoco es que esa persona no lo intente, es eso, incompatibilidades. Y quizás esas incompatibilidades sean las causas de mi apatía, de mi desgana. No lo se.
A veces me pongo a ver viejas fotos para recordar buenos momentos. Pero no hay. Y todo empeora. ¿¡Por que no hay una foto con alguien a quien aprecias tanto y que se supone que te aprecia!? No lo se... y tampoco lo entiendo. Por más que lo intente, nunca encuentro ninguna, y no puedo dejarme llevar por las fotos. Mi mente no reacciona, no tiene un estímulo visual que la ayude.
Pero claro, como dicen: todo en esta vida cambia. Yo espero que lo haga para bien. Espero que algún día no muy lejano estemos otra vez en la puerta de su casa hablando, riendo, disfrutando. De esperanzas no se vive, pero intento hacerlo de las rentas. ¿Quien sabe? Quizás acabemos compartiendo piso o trabajo. O quizás acabemos muriendo cada uno por su lado, sin volver a hablar. Nadie lo sabe, nadie.

No hay comentarios:

Publicar un comentario